Las ranas fósiles comparten sus secretos para el cuidado de la piel
Paleontólogos del University College Cork (UCC), Irlanda, han resuelto un misterio centenario sobre cómo algunas ranas fósiles conservan sus partes carnosas, hasta la piel.
Los paleontólogos Daniel Falk y el Prof. Maria McNamara, junto con científicos de Irlanda, Alemania y el Reino Unido, estudiaron ranas fósiles de 45 millones de años de antigüedad en el yacimiento de Geiseltal, en el centro de Alemania. Sorprendentemente, los fósiles muestran contornos de tejidos blandos de todo el cuerpo. El equipo descubrió que el excelente estado de las ranas fósiles se debe a la conservación de restos antiguos de piel.
El equipo estudió los fósiles con técnicas de alta precisión que incluyen microscopía electrónica de barrido, análisis de rayos X sincrotrón y espectroscopia infrarroja. Estas técnicas no estaban disponibles cuando se descubrieron los fósiles por primera vez a principios del siglo XX.
«La calidad de conservación de la piel de las ranas fósiles es asombrosa: incluso se conservan estructuras subcelulares, como las fibras de colágeno». dijo el investigador principal del estudio, Daniel Falk. «La piel de la rana se replica en el mineral fosfato de calcio, que le ha ayudado a sobrevivir durante millones de años».
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«La conservación de la piel es tan buena que incluso podemos determinar el hábitat de las ranas fósiles», afirma Daniel. «La piel conservada muestra adaptaciones para evitar la desecación, lo que sugiere que estas ranas fósiles en realidad pasaron la mayor parte de su tiempo en tierra».
«Los tejidos blandos fósiles a menudo revelan información oculta sobre la biología animal», dijo la autora principal, la profesora Maria McNamara. «Descubrimos que la piel de las ranas fósiles se conserva de la misma manera que la de las ranas fósiles de otros sitios de Europa.
«Este descubrimiento es muy emocionante porque revierte la opinión científica que duró casi cien años. Además, el patrón repetido de preservación de fósiles nos dice que las ranas desarrollaron adaptaciones especiales para la vida en tierra firme hace más de 45 millones de años».
La investigación destaca la utilidad de las colecciones de fósiles históricos y la necesidad de reevaluar especímenes históricos utilizando técnicas modernas.
CRÉDITO DE LA IMAGEN: Daniel Falk
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