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Síntomas, Causas, Diagnóstico, Tratamiento y Más

El trastorno del espectro autista (TEA) es una condición del desarrollo que causa neurodiversidad (diferencias en los patrones cerebrales). Las personas con TEA pueden experimentar algunas dificultades en las interacciones sociales, las habilidades de comunicación y el comportamiento. Cada persona experimenta el autismo de manera ligeramente diferente, por lo que los síntomas pueden variar de persona a persona.

Las investigaciones estiman que aproximadamente uno de cada 36 niños y más de cinco millones de adultos en los Estados Unidos tienen TEA, aunque la causa de la afección no se conoce completamente. A nivel global, las estimaciones muestran que el 1% de las personas en todo el mundo tienen autismo, lo que equivale a más de 75 millones de personas.

Los signos y síntomas del autismo pueden variar significativamente de persona a persona. Si bien las personas con TEA pueden experimentar desafíos sociales y de comunicación, muchas personas con autismo también destacan en ciertas áreas.

Comunicación verbal

La dificultad para comunicarse es un signo común de autismo. Estos síntomas pueden incluir:

  • Retraso en el desarrollo del habla.
  • No hablar
  • Vocabulario limitado
  • ecolalia (repetir palabras o frases)
  • Problemas para comprender los matices del lenguaje como el sarcasmo.
  • Volumen o tono de habla atípico.

Interacción social

Las dificultades de comunicación a menudo pueden afectar sus interacciones sociales. A veces, esto puede dificultar que las personas con TEA mantengan amistades, se sientan cómodas en situaciones sociales y sobresalgan en entornos académicos o laborales. Las características del autismo que pueden afectar las habilidades sociales incluyen:

  • Problemas para iniciar o mantener conversaciones.
  • Dificultad para comprender las expresiones faciales y el lenguaje corporal.
  • Hacer poco o ningún contacto visual
  • Él no parece escuchar
  • No respondes a tu nombre
  • Habilidades de empatía reducidas.
  • Prefiere actividades solitarias a socializar.

Comportamiento repetitivo y estimulación

Las acciones repetitivas implican hacer lo mismo repetidamente, a menudo sin ninguna variación significativa. Estos comportamientos pueden incluir preguntas repetitivas, rutinas rígidas, ecolalia o disposición de objetos en filas o patrones.

El stimming (comportamiento autoestimulador) es un subtipo de comportamiento repetitivo que ayuda a una persona a controlar las emociones o regular los estímulos sensoriales, como imágenes, sonidos, olores y más. Alguien con autismo puede utilizar los siguientes métodos de estimulación:

  • Masticar cabello o ropa
  • Inquietarse o juguetear con objetos
  • Interruptores de luz parpadeantes
  • Centrarse intensamente en objetos en movimiento (por ejemplo, ventiladores o luces)
  • Apertura y cierre de puertas
  • Pasar o caminar en círculos
  • Golpear objetos
  • Pulsando botones
  • Parpadea repetidamente
  • Hacer movimientos repetitivos de las manos (p. ej., aplaudir o chasquear)
  • pellizcarse la piel
  • Mecerse o balancearse
  • girando
  • Caminando de puntillas

Para obtener más información sobre las conductas repetitivas, considere consultar pruebas de detección como el Cuestionario de conductas repetitivas para adultos-2 (RBQ-2A). o la Escala de Conductas Repetitivas en la Primera Infancia (RBS-EC.

Intereses especiales

Los intereses intensos pueden brindar comodidad y una sensación de control en un mundo que de otro modo sería impredecible. Si bien estos intereses pueden ser beneficiosos para las personas con TEA en contextos específicos, pueden limitar las interacciones sociales y la flexibilidad en las rutinas diarias. Algunas personas con TEA pueden desarrollar un mayor interés en lo siguiente:

  • Temas específicos como dinosaurios, exploración espacial o trenes.
  • Estadísticas o números
  • Videojuegos o tecnología informática.
  • Caricaturas o personajes animados.
  • Instrumentos musicales o bandas.
  • Acontecimientos históricos o periodos de tiempo.

Malestar con el cambio

Las personas con TEA a menudo pueden sentirse incómodas con el cambio. Esto puede incluir dificultad para realizar la transición entre actividades, nuevos entornos, personas desconocidas o visitas inesperadas. También pueden sentirse estresados ​​cuando hay un cambio en el horario de su programa de televisión favorito, rutas de viaje, comidas, planes o arreglos de vivienda.

Sensibilidades sensoriales

El TEA puede aumentar la sensibilidad a los cinco sentidos: vista, sonidos, olores, texturas o sabores, lo que provoca irritabilidad, alteraciones del sueño, dolor y arrebatos emocionales. Esto crea una sensación de sobreestimulación, es decir, cuando alguien se siente abrumado por la información que recibe de sus sentidos.

Por ejemplo, una persona con TEA puede sentirse tensa en un ambiente ruidoso, como un centro comercial o un aeropuerto. Esta mayor sensibilidad puede hacer que exhiban otros comportamientos de TEA, como frenar para ayudar a reducir la sobreestimulación que están experimentando.

Fortalezas

Las personas con TEA son neurodiversas, lo que significa que sus cerebros funcionan de manera un poco diferente. Si bien el TEA puede causar algunos síntomas de comportamiento, las personas con esta afección también tienen muchas fortalezas importantes. Éstas incluyen:

  • Atención a los detalles
  • Gran capacidad para concentrarse en las tareas.
  • Memoria extraordinaria
  • Creatividad intensa
  • Talento para la resolución de problemas.

Estas fortalezas pueden ser activos valiosos en actividades académicas, profesionales y creativas.

Los científicos no están exactamente seguros de qué causa el autismo, pero parece provenir de una combinación de factores genéticos y ambientales.

Los genes indican cómo crece su cuerpo, y las mutaciones (cambios) genéticos pueden aumentar la probabilidad de que usted tenga ciertas condiciones de salud. También pueden influir factores ambientales como toxinas (plomo, mercurio, pesticidas) o infecciones maternas (rubéola, vaginosis bacteriana, citomegalovirus (CMV)) durante el embarazo. Juntos, estos factores pueden alterar la estructura, la función y los circuitos neuronales (nervios) del cerebro, lo que lleva a las características del TEA.

Aún se necesita más investigación para comprender las causas exactas del autismo.

Factores de riesgo

Algunas personas pueden tener un mayor riesgo de desarrollar TEA. Considere los siguientes factores:

  • Tener un familiar con TEA
  • Vivir con ciertas condiciones cromosómicas (como el síndrome de Down)
  • Nacer prematuramente o con bajo peso al nacer
  • Tener padres ancianos al nacer
  • Experimentan complicaciones en el parto que reducen la oxigenación.

Las pruebas de detección de rutina, como la Lista de verificación modificada para el autismo en niños pequeños (M-CHAT), ayudan a los proveedores a identificar características potenciales del TEA, lo que impulsa a realizar más pruebas. Sin embargo, los exámenes de detección no proporcionan un diagnóstico. Un diagnóstico requiere una evaluación por parte de un equipo multidisciplinario de proveedores de atención médica pediátrica, terapeutas y especialistas en autismo.

Los expertos utilizan herramientas de detección, listas de verificación de comportamiento, entrevistas y observaciones para la evaluación. Durante la evaluación, que se lleva a cabo en varias sesiones, el equipo de atención médica observa si los síntomas coinciden con los criterios de diagnóstico de autismo establecidos por el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición (DSM-5). Los criterios de diagnóstico incluyen:

  • Dificultades en la interacción social y la comunicación.
  • Comportamientos repetitivos
  • Intereses o actividades restringidos
  • Síntomas que interfieren con el funcionamiento diario.

Algunos niños reciben un diagnóstico a los dos años, pero la mayoría tiene cinco años o más en el momento del diagnóstico. Algunos niños no muestran síntomas hasta que experimentan presión académica o social, lo que provoca un retraso en el diagnóstico. El Cuestionario de detección del espectro autista (ASSQ) es un ejemplo de herramienta de detección para niños y jóvenes en edad escolar.

Si tiene síntomas de TEA en la edad adulta pero no tiene un diagnóstico, considere realizar las siguientes pruebas de detección y consulte a un proveedor de atención médica si estas pruebas indican que puede tener algunas características de TEA.

Si bien actualmente no existe cura para el TEA, las intervenciones tempranas ayudan a maximizar el potencial de desarrollo y abordar los desafíos que pueda estar experimentando. Las opciones de tratamiento incluyen diversas terapias, apoyo educativo y medicamentos. Su plan de tratamiento exacto puede implicar:

  • Terapia de comportamiento: Incluye análisis conductual aplicado (ABA) o terapia cognitivo-conductual (TCC), que enseña nuevas habilidades y ayuda a gestionar los comportamientos dividiéndolos en pasos más pequeños y proporcionando refuerzo positivo.
  • Terapia del habla y del lenguaje: Ayuda a mejorar las habilidades comunicativas y la comprensión del lenguaje.
  • Terapia ocupacional: Fortalece la independencia y te ayuda a aprender a completar tareas por tu cuenta.
  • Terapia sensorial: Utiliza actividades como jugar con texturas (p. ej., arena o cuentas de agua) para ayudar a superar las sensibilidades sensoriales.
  • Plan de educación individualizado (IEP): Proporciona recursos, herramientas o tecnología (p. ej., tabletas, dispositivos de asistencia, aplicaciones de habilidades sociales, dispositivos generadores de voz, etc.) para garantizar que los estudiantes tengan todo lo que necesitan para desempeñarse bien en la escuela y el trabajo y sentirse incluidos.
  • Medicamentos: Puede ayudar a controlar afecciones que a menudo coexisten con el autismo, como la depresión o el trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH), que pueden incluir Prozac (fluoxetina) o Adderall (anfetamina/dextroanfetamina).

No existe una forma comprobada de prevenir el TEA. Sin embargo, las personas embarazadas pueden ayudar a reducir el riesgo asistiendo a las citas prenatales y evitando cosas que puedan afectar el desarrollo de su bebé. Su proveedor de atención médica también puede sugerirle corregir las deficiencias de yodo o tiroides (si corresponde) y tomar suplementos como ácido fólico, ácidos grasos omega-3 y vitamina D3.

Las investigaciones han demostrado que las personas con TEA tienen más probabilidades de experimentar las siguientes condiciones:

  • Desórdenes de ansiedad
  • Depresión
  • TDAH
  • Estreñimiento o diarrea
  • Epilepsia
  • Reflujo ácido
  • Trastornos del sueño
  • Escuchando problemas
  • Aprende sobre discapacidades

Aunque el TEA persiste durante toda la vida, las terapias y ajustes pueden mejorar significativamente su calidad de vida. Estos pueden incluir dispositivos generadores de voz, ayudas visuales o aplicaciones de habilidades sociales para ayudarle a comunicarse e interactuar mejor con los demás.

Los auriculares con cancelación de ruido, las mantas con peso o los descansos sensoriales designados pueden ayudarle a controlar la sobrecarga sensorial. La musicoterapia y la terapia asistida con animales son otras vías únicas de expresión y consuelo.

Puede ser difícil vivir con el TEA. Sin embargo, es importante respaldar su atención y obtener el tratamiento que necesita. Con las intervenciones adecuadas, podrás hacer que tu calidad de vida sea más cómoda y adaptada a tus necesidades.

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