Ver la silla catalana de seis patas
La variante catalana del asiento trasero y peldaño se remonta hasta el final Siglo XIX y todavía se fabrica en la actualidad. Esta Cataluña me habla; susurra, «siéntate y relájate».
Al igual que sus parientes de respaldo recto, estas sillas estaban hechas con maderas locales y asientos de caña tejida. El respaldo de la silla está inclinado y normalmente tiene cuatro listones. Hay dos escalones al frente y a los lados y uno atrás. Dos patas adicionales en la parte trasera proporcionan la soporte para el ángulo inclinado de la silla. La comodidad de esta silla vernácula es el asiento inclinado y el respaldo alto y ancho.
Los detalles incluyen giros decorativos en el poste frontal, especialmente en la base. Cada asiento que he encontrado tiene, a falta de un término mejor, un «gorro» que gira en la parte superior del asiento trasero.
Salvador Dalí, originario de Cataluña, tenía versiones blindadas de la silla de seis patas en su casa de Portlligat, España.
Rodríguez Aria (1902-1987) fue miembro fundador del GATCPAC, un grupo de arquitectos y técnicos preocupados por la mejora del desarrollo urbano y la calidad de vida en Barcelona. Estuvo en el bando republicano en la Guerra Civil y finalmente abandonó España y exiliado en Chile. Él tuvo a cargo del diseño interior del Café Miraflores en Santiago de Chile, lugar de encuentro de intelectuales españoles exiliados. Su diseño para las sillas de café fue una llamada a la silla vernácula catalana.
Dos ediciones de la silla Rodríguez Arias.
Esta reinvención de la tradicional silla catalana de seis patas está en consonancia con el trabajo realizado por Charlotte Perriand a mediados de los años treinta. Después de trabajar con acero, recurrió a los muebles de madera vernáculos de la casa de sus abuelos en Saboya como inspiración para sus diseños. Siempre pienso en estos cambios de diseño como un tira y afloja. Hay un impulso por el uso de materiales nuevos y modernos, pero el atractivo del diseño antiguo siempre está en el fondo de la mente.
Tanto la versión vernácula como la versión Rodríguez Arias de esta silla todavía se fabrican y, como era de esperar, son caras.
cuenta Pude obtener medidas de cuatro sillas que datan de los años 1920 a 1950 (una de las cuales no aparece en la foto):
Rango de altura: 88-100 cm (34,6-39,4 pulgadas)
Rango de ancho: 48-50 cm (18,9-19,7 pulgadas)
Rango de profundidad: 74-80 cm (29,1-31,5 pulgadas)
Ahora, imagínate sentarte en una de estas sillas catalanas, preferiblemente a lo largo de la costa de Cataluña. Ya pasó el calor del día y como estas bebe de una copa de vi negra o una cervesa una ligera brisa te envuelve con la fragancia de madreselva y naranja.
–Susanna Ellison