Mochis NoticiasCienciaUn nuevo método provoca diferentes causas de dolor.
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Un nuevo método provoca diferentes causas de dolor.

Un nuevo método provoca diferentes causas de dolor.



Los investigadores han desarrollado un método que permite a los médicos distinguir mejor entre el dolor físico y el psicosocial.

El dolor intenso suele tener causas físicas. Pero los factores emocionales, psicológicos y sociales pueden influir en cómo percibimos y reaccionamos ante el dolor.

«El dolor suele estar compuesto por un componente físico y psicosocial», explica Noemi Gozzi, estudiante de doctorado en la ETH Zurich.

Los médicos hacen todo lo posible para tener esto en cuenta en sus recomendaciones de tratamiento. Sin embargo, hasta ahora ha sido difícil separar claramente un componente del otro.

Los médicos suelen confiar en enfoques relativamente simples para determinar el dolor y su intensidad, basándose en las descripciones subjetivas del paciente. Esto a menudo conduce a terapias no específicas. Los analgésicos opioides todavía se utilizan ampliamente a pesar de todos sus inconvenientes: efectos secundarios no deseados, eficacia que disminuye con el tiempo y el riesgo de volverse dependiente del medicamento o incluso de morir por una sobredosis.

En los últimos años, el grupo de Stanisa Raspopovic en ETH Zurich, del cual Gozzi es miembro, ha trabajado con investigadores del Hospital Universitario Balgrist en Zurich para desarrollar un enfoque que pueda distinguir y cuantificar claramente los componentes físicos y psicosociales del dolor. Raspopovic fue hasta hace poco profesor de neuroingeniería en la ETH Zurich.

«Nuestro nuevo enfoque debería ayudar a los médicos a evaluar el dolor de los pacientes de una manera más individual y así ofrecerles en el futuro un tratamiento personalizado más personalizado», afirma Raspopovic.

Si el dolor es principalmente físico, es probable que los médicos centren su tratamiento en el nivel físico, incluido el uso de medicamentos o fisioterapia. Si, por el contrario, los factores psicosociales juegan un papel importante en la experiencia del dolor del paciente, puede estar indicado cambiar positivamente la percepción del dolor con apoyo psicológico o psicoterapéutico.

Para desarrollar el nuevo método, los investigadores analizaron datos de 118 voluntarios, incluidas personas con dolor crónico y controles sanos. Los investigadores preguntaron en detalle a los participantes del estudio sobre su percepción del dolor y cualquier característica psicosocial como depresión, ansiedad y fatiga, y con qué frecuencia sentían tanto dolor que no podían ir a trabajar.

Además, los investigadores registraron qué tan bien los participantes eran capaces de distraerse del dolor y en qué medida el dolor los hacía reflexionar o indefensos y les hacía sobreestimar el dolor.

Los investigadores utilizaron una medida estandarizada de sensaciones de dolor espontáneas para comparar la percepción del dolor de los sujetos. Los participantes recibieron pequeñas pulsaciones de calor, inofensivas pero dolorosas, en la piel.

Para registrar la reacción física al dolor, los investigadores midieron la actividad cerebral de los participantes del estudio mediante un electroencefalograma (EEG) y la conductividad eléctrica de la piel. Este último cambia dependiendo de cuánto suda alguien y se utiliza para medir el estrés, el dolor y la excitación emocional.

Finalmente, el extenso conjunto de datos incluyó el diagnóstico de los participantes en el estudio, que fue realizado por los investigadores del Hospital Universitario Balgrist.

El aprendizaje automático ayudó a los investigadores a analizar una gran cantidad de datos, distinguir claramente entre los dos componentes del dolor y desarrollar un nuevo índice para cada uno. El índice del componente físico del dolor indica en qué medida el dolor es causado por procesos físicos. El índice del componente psicosocial indica en qué medida los factores emocionales y psicológicos intensifican el dolor. Finalmente, los científicos validaron estos dos factores utilizando los datos de medición completos de los participantes.

El nuevo método, con su combinación de medición de signos corporales, autorevelación, evaluación computarizada y los dos índices resultantes, pretende ayudar a los médicos a tratar el dolor.

«Nuestro método permite a los médicos caracterizar con precisión el dolor que sufre una persona en particular para poder decidir mejor qué tipo de tratamiento específico se necesita», dice Gozzi.

Los investigadores de ETH Zurich y el Hospital Universitario Balgrist continúan con este proyecto; Junto con la Clinique romande de réadaptation de Sion y el departamento de lesiones de la médula espinal de un hospital de Pietra Ligure, Italia, investigan en un estudio de larga duración la relevancia clínica del nuevo método.

La investigación aparece en la revista. Medicina.

Fuente: ETH Zúrich

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