Reeves defiende una reclamación de £4.400 por calefacción para una segunda vivienda en medio de recortes en el cargo de combustible de invierno para los pensionistas
La canciller Rachel Reeves se ha enfrentado a críticas tras justificar su decisión de reclamar 4.400 libras esterlinas en concepto de costes de calefacción financiados por los contribuyentes para su segunda vivienda, un día después de que los parlamentarios votaran a favor de eliminar los impuestos sobre el combustible (en invierno, hasta 300 libras esterlinas para millones de pensionistas). La decisión se produce cuando el gobierno intenta recortar los beneficios para los jubilados y al mismo tiempo mantener los reclamos de gastos para los parlamentarios.
En una entrevista con GB News, Reeves defendió sus gastos, afirmando que los parlamentarios deben mantener dos casas, una en Londres y otra en su circunscripción. «Bueno, ser diputado de una circunscripción significa tener una casa en Londres y, por supuesto, vivir en la circunscripción, y eso es lo mismo para todos los diputados», afirmó Reeves. «Esas son reglas de larga data».
Reeves enfatizó su compromiso de proteger a los más vulnerables y afirmó: «Estoy decidida a garantizar que los pensionados más pobres estén protegidos y sigan recibiendo pagos de combustible para el invierno y, de hecho, a garantizar que los ingresos de las pensiones sigan aumentando con el triple bloqueo».
Un análisis reveló que durante los últimos cinco años, Reeves reclamó £3.700 en dinero de los contribuyentes para facturas de energía. La defensa de sus gastos por parte de la Canciller se produce en medio de una reacción violenta de más de 50 parlamentarios laboristas que desafiaron al líder del partido, Sir Keir Starmer, al negarse a votar a favor de su plan para eliminar los pagos de combustible de invierno.
La controversia pone de relieve el debate en curso sobre los gastos de los parlamentarios y la percepción de justicia, especialmente cuando los pensionados se preparan para perder un apoyo financiero clave durante los meses más fríos. A medida que se intensifica el escrutinio público, es probable que las reclamaciones de gastos de Reeves sigan siendo un tema polémico, planteando interrogantes sobre el equilibrio entre los derechos de los parlamentarios y las necesidades de los ciudadanos comunes y corrientes.