¿Puede la IA reemplazar a un director ejecutivo? El experimento de Harvard muestra por qué no es tan simple
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En un artículo de Harvard Business Review, la institución profundiza en un experimento reciente relacionado con una pregunta intrigante: ¿Puede la inteligencia artificial (IA) reemplazar a un CEO? Los hallazgos dejan claro que el liderazgo requiere algo más que simplemente hacer cálculos numéricos: implica previsión, intuición y la capacidad de gestionar la disrupción, cualidades de las que actualmente carece la IA y que quizás nunca tenga.
Los investigadores Hamza Mudassir, Kamal Munir, Shaz Ansari y Amal Zahra dirigieron el experimento, que se llevó a cabo de febrero a julio de 2024, para probar si la IA podía superar a los directores ejecutivos humanos en un entorno simulado. Los participantes estuvieron compuestos por ejecutivos de bancos del sur de Asia, estudiantes de negocios de universidades del centro y sur de Asia y GPT-4o de OpenAI.
La tarea consistía en diseñar estrategias para las decisiones para un gemelo digital de la industria automotriz estadounidense; El objetivo final era maximizar la rentabilidad y sobrevivir el mayor tiempo posible sin recibir disparos de un tablero virtual.
La decisión de realizar este experimento refleja un interés creciente en el papel de la IA más allá del simple procesamiento y automatización de datos. Hoy en día, las empresas integran cada vez más la IA en los procesos de toma de decisiones.
Esa es la misma IA que ha estado diciendo a las empresas que violen la ley o alucinen eventos e información críticos. Por lo tanto, los hallazgos plantean una pregunta más apremiante: ¿por qué probar la IA en roles que requieren la intuición humana, especialmente cuando sus limitaciones son tan evidentes?
Victorias a corto plazo de la IA, desafíos a largo plazo
La incapacidad del modelo de IA para pensar más allá del futuro inmediato debería ser una señal de alerta para cualquier empresa que considere la IA para su liderazgo.
En la simulación, GPT-4o tuvo éxito desde el principio al optimizar precios y productos con precisión basada en datos, pero una vez que el mercado cambió, su enfoque rígido condujo al fracaso. Los participantes humanos, en particular los estudiantes con mejor rendimiento, adoptaron un enfoque cauteloso y a largo plazo en la estrategia, lo que les permitió sortear interrupciones impredecibles.
GPT-4o, por otro lado, fue despedido de su rol de CEO virtual más rápido que los humanos.
Esto pone de relieve por qué las empresas tal vez no puedan confiar únicamente en la IA para guiarlas a través de las crisis. Si bien la IA ha sobresalido en algunas áreas, como la eficiencia operativa y la capacidad de respuesta del mercado, sigue siendo incierto si puede sortear eventos impredecibles de «cisne negro» que requieren la intuición humana.
Otra preocupación importante es la responsabilidad. La IA puede tomar decisiones basadas en datos rápidamente, pero cuando esas decisiones conducen a fallas, ¿quién asume la responsabilidad?
El futuro del liderazgo: modelos híbridos
Los hallazgos sugieren que la IA es más adecuada para aumentar el liderazgo humano que para reemplazarlo por completo. La IA puede procesar conjuntos de datos masivos y optimizar los retornos a corto plazo, pero carece de la capacidad humana de juicio, empatía y toma de decisiones éticas, cualidades esenciales para un director ejecutivo.
El artículo de Harvard continúa diciendo: “El futuro del liderazgo es híbrido, donde la IA complementa a los directores ejecutivos humanos, centrándose en la visión, los valores y la sostenibilidad a largo plazo. “Este modelo híbrido se refiere a una situación en la que la IA apoya a los tomadores de decisiones humanos. Prácticamente podría ser el futuro del liderazgo corporativo: un modelo que permita a las empresas beneficiarse tanto de los conocimientos basados en datos de la IA como de la intuición humana.
El experimento de Harvard ofrece una ventana a las capacidades de la IA, pero también resalta sus debilidades. La IA claramente tiene un papel que desempeñar en la alta dirección, pero no como un reemplazo total del liderazgo humano. La IA puede sobresalir en áreas específicas de la estrategia corporativa, pero sus limitaciones para manejar la incertidumbre y los dilemas éticos significan que el juicio humano seguirá siendo irremplazable, al menos por ahora.