Los cubanos luchan contra apagones prolongados y una nueva tormenta tropical

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LA HABANA (AP) — Muchos cubanos esperaron angustiados y algunos salieron a las calles en protesta mientras los apagones generalizados llegaban a su tercer día. Sus preocupaciones aumentaron cuando el huracán Oscar azotó la costa este de Cuba con fuertes vientos y lluvias.

En Santo Suárez, parte de un barrio poblado al suroeste de La Habana, la gente salió a las calles golpeando ollas y sartenes en protesta el domingo por la noche.

«Hace tres noches que no tenemos electricidad y nuestra comida se está pudriendo. Cuatro días sin electricidad es abuso infantil», dijo a Associated Press Mary Karla, una residente madre de tres hijos. Ella no dio su apellido.

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Los manifestantes, que dicen no tener ni agua, bloquearon la carretera con basura.

El ministro de Energía, Vicente de la O Levy, dijo en conferencia de prensa que espera que la red eléctrica se restablezca el lunes o martes por la mañana.

Pero dijo que Oscar, que tocó tierra en la costa este el domingo por la noche, traerá «inconvenientes adicionales» a la recuperación de Cuba, ya que tocará «una región de fuerte generación (eléctrica)». En la zona se ubican importantes centrales eléctricas cubanas, como Felton en la ciudad de Holguín y Rente en Santiago de Cuba.

Posteriormente, Oscar se debilitó hasta convertirse en tormenta tropical, pero se pronosticó que sus efectos permanecerían en la isla hasta el lunes.

En algunos distritos se restableció la electricidad en la capital de Cuba, donde viven 2 millones de personas, pero la mayor parte de La Habana permaneció a oscuras. El impacto del apagón va más allá de la electricidad, ya que servicios como el suministro de agua también dependen de la electricidad para hacer funcionar las bombas.

La gente recurría a cocinar en estufas de leña improvisadas en las calles antes de que la comida se estropeara en el frigorífico.

Entre lágrimas, Ylenis de la Caridad Nápoles, madre de una niña de 7 años, dice estar llegando a un punto de «desesperación».

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La falla de la central Antonio Guiteras el viernes, que provocó el colapso de todo el sistema de la isla, fue solo el último de una serie de problemas en la distribución de energía en un país donde la electricidad ha sido restringida y desviada a diferentes regiones en diferentes momentos. del día. El estado de las otras centrales eléctricas de Cuba no estaba claro.

La gente hizo cola durante horas el domingo para comprar pan en las pocas panaderías que pueden reabrir.

Algunos cubanos como Rosa Rodríguez llevan cuatro días sin electricidad.

«Tenemos millones de problemas y ninguno de ellos ha sido resuelto», dijo Rodríguez. «Queremos venir a buscar el pan, porque la panadería local está cerrada y lo traen de otro lado».

El corte fue considerado el peor en Cuba desde que el huracán Ian azotó la isla como tormenta de categoría 3 en 2022 y dañó instalaciones eléctricas. Al gobierno le tomó días arreglarlos. Este año, algunos hogares pasaron hasta ocho horas al día sin electricidad.

El Gobierno de Cuba había dicho el sábado que se había restablecido parte de la electricidad. Pero los 500 megavatios de energía de la red eléctrica de la isla, mucho menos que los 3 gigavatios habituales que necesita, cayeron rápidamente a 370 megavatios.

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Incluso en un país acostumbrado a los cierres como parte de una creciente crisis económica, el colapso del viernes fue enorme.

El gobierno cubano anunció medidas de emergencia para reducir la demanda de electricidad, incluida la suspensión de clases escolares y universitarias, el cierre de algunos lugares de trabajo estatales y la cancelación de servicios no esenciales.

Las autoridades locales dijeron que la interrupción se debe a una mayor demanda de pequeñas y medianas empresas y de aires acondicionados residenciales. Posteriormente, el apagón se agravó por averías en antiguas termoeléctricas que no recibían el debido mantenimiento, y por la falta de combustible para operar algunas instalaciones.

El ministro de energía de Cuba dijo que la red del país estaría en mejor forma si no hubiera dos cortes parciales más mientras las autoridades intentaban reconectarse el sábado. De la O Levy también dijo que México, Colombia, Venezuela y Rusia, entre otras naciones, se ofrecieron a ayudar.

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