Los científicos de Trinity emplean ‘árboles testigos’ para un proyecto de seguimiento del clima
El proyecto Witness Tree durará 30 años y recopilará muestras y datos que pueden dar forma a futuras políticas verdes.
Los científicos del Trinity College Dublin (TCD) han seleccionado una selección de 21 nuevos ‘árboles testigo’ del Jardín Botánico Nacional para seguir cómo está progresando la crisis climática en Irlanda durante las próximas tres décadas.
La ampliación forma parte de la segunda fase del Proyecto Árbol Testigocómo La primera fase de este proyecto se basó en Trinity Botanic Garden con el primer conjunto de 21 árboles.
Los árboles son longevos y pueden ver los diversos efectos que el clima tiene sobre ellos, lo que proporciona conjuntos de datos detallados para los investigadores. También son muy sensibles a su entorno, se han moldeado a sí mismos y a su comportamiento fisiológico para adaptarse al clima que los rodea.
El proyecto Witness Tree recopilará datos cada año durante un total de 30 años, guardando muestras para estudios y formulación de políticas. Los datos recopilados también son accesibles al público.
Al realizar estudios sobre árboles testigo en jardines y compararlos con las políticas verdes existentes, los científicos esperan ayudar a los gobiernos a comprender qué políticas son efectivas. También controlarán qué especies responden mejor al entorno cambiante.
El equipo de científicos de TCD formado por Midori Yajima, candidata a doctorado de Trinity; Michelle Murray, directora de extensión del Trinity Botanic Garden; y la investigadora principal, la profesora Jennifer McElwain, profesora de botánica en la Facultad de Ciencias Naturales de Trinity, recopilará y guardará estas «instantáneas» para futuros estudios.
“Los árboles son testigos increíblemente fiables de los efectos del cambio climático. En realidad, son sensores biológicos gigantes con el potencial de proporcionar a los científicos conjuntos de datos detallados, muy precisos y a largo plazo sobre el estado del medio ambiente”, afirmó McElwain.
Los árboles testigo varían de diferentes orígenes y climas, desde el palo negro australiano, el castaño indio y el fresa, hasta la palmera datilera y el palo negro.
Los científicos están recopilando varios tipos de datos, incluida la tasa de intercambio de agua y dióxido de carbono entre la planta y la atmósfera (también llamada conductancia estomática) para usarlos como indicador general de la salud de los árboles y seguir cómo cambia con el medio ambiente.
El equipo también monitoreará las partículas o smog que pueden adherirse a las hojas y la corteza, lo que ayudará a determinar a los científicos qué árboles filtran mejor la contaminación.
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