¿Los cambios de temperatura afectan el funcionamiento de nuestro cuerpo?

El cuerpo humano tiene la capacidad de mantener su temperatura a pesar de los cambios en la temperatura circundante. Por esta característica, los humanos se clasifican como de sangre caliente. Sin embargo nuestra temperatura corporal varía según el sexo, la edad, la hora del día, el nivel de esfuerzo, el estado de salud (como enfermedad y menstruación), en qué parte del cuerpo se toma la medición, el estado de conciencia (dormir, despierto, sedado) y emociones. La temperatura del cuerpo humano se mantiene dentro de un rango normal mediante la termorregulación en la que el sistema nervioso central activa el ajuste de la temperatura.
Se considera que la temperatura del cuerpo humano en condiciones normales es de 37,0 °C cuando se mide por vía oral, pero este valor normal puede variar desde 36,1 °C cuando uno acaba de despertarse por la mañana hasta un valor superior de 37,2 °C justo antes. hora de acostarse por la noche.
La hipotermia ocurre cuando la temperatura corporal desciende a niveles peligrosamente bajos. Como resultado, la temperatura corporal desciende y a 28,5°C la persona afectada se ve pálida y puede tener latidos cardíacos irregulares, perdiendo generalmente el conocimiento cuando la temperatura corporal desciende por debajo de 26,7°C. A estas temperaturas, la respiración también se ralentiza y disminuye, reduciendo así el suministro de oxígeno a los tejidos del cuerpo.

Sin embargo ninguna persona tiene siempre exactamente la misma temperatura en todos los momentos del día. La temperatura sube y baja regularmente a lo largo del día controlada por el ritmo circadiano de la persona.

Además de esta variación, nuestro cuerpo varía en respuesta a los extremos del entorno. Por resistencia cuando aumenta la temperatura, el cuerpo reacciona aumentando el flujo sanguíneo a la superficie de la piel, lleva el calor del interior del cuerpo a la superficie, esto significa sudar. A medida que el sudor se evapora, el cuerpo se enfría. Una temperatura corporal superior a 3,5°C por encima de lo normal comienza a interferir con las funciones corporales. Una temperatura corporal superior a 41,1 °C puede causar hipertermia, que son varias condiciones que ocurren cuando la regulación del calor no puede soportar el calor circundante y puede causar daños permanentes en la mente, especialmente en los niños.