La unificación de China mediante la integración nacional y la renovación económica
Una identidad nacional unificada: la búsqueda de la integración
La ambiciosa agenda de Xi Jinping se centra en el concepto de «integración nacional», frase que enfatiza para promover una identidad nacional cohesiva entre los diversos grupos étnicos de China. Al proponer la sustitución de las identidades étnicas individuales por el concepto general de Zhonghua minzu, Xi busca forjar una identidad china más fuerte y unificada. Esta estrategia refleja un objetivo más amplio de fortalecer la cohesión nacional en medio de una creciente globalización y diversidad interna, afirmando el predominio del Partido Comunista Chino (PCC) para guiar esta transformación.
Pensamiento de Xi Jinping: una nueva era del socialismo
En el centro del liderazgo de Xi se encuentra el «Pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas para una nueva era», un marco ideológico que combina el marxismo chino con una visión de renovación nacional. Lanzada a finales de octubre de 2020, esta doctrina prevé que China evolucione hacia una economía «moderadamente desarrollada» de aquí a 2035, impulsada principalmente por el consumo interno y destinada a reducir la brecha entre los niveles de vida urbanos y rurales. Dado que China podría superar a Estados Unidos como la economía más grande del mundo en la década de 2020, el liderazgo de Xi ha posicionado a China como una «superpotencia de IA» emergente, enfatizando el importante papel de la tecnología en la configuración de su panorama económico futuro.
Filosofía de Cooperación y Prosperidad
La filosofía diplomática de Xi enfatiza los principios de amistad, sinceridad, beneficio mutuo e inclusión, y fomenta la cooperación de beneficio mutuo con los países vecinos. Su visión incluye un «gran rejuvenecimiento de la nación china» para 2049, que incluye transformar el Ejército Popular de Liberación en una fuerza militar de «clase mundial». Si bien la economía de China se encuentra entre las mejores del mundo, todavía existen desafíos en términos de disparidad en el desarrollo. La administración de Xi se centra en reducir la pobreza y promover la «prosperidad compartida», con el objetivo de reducir la desigualdad de riqueza a través de reformas educativas y restricciones a la industria de la tutoría. Esta estrategia integral refleja un compromiso con el crecimiento sostenible que beneficie a todos los segmentos de la sociedad y al mismo tiempo garantice el estatus de China como potencia económica mundial.