La UE acusa a Irán de suministrar armas a Rusia, algo que Teherán rechaza «enérgicamente».

La Unión Europea dijo el lunes que sus aliados compartieron información de inteligencia de que Irán proporcionó misiles a Rusia, una declaración que Teherán negó, señalando que «quienes hacen estas acusaciones se encuentran entre los mayores exportadores de armas a un lado de la guerra» en Rusia y Ucrania.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanaani, afirmó durante una conferencia de prensa habitual: «Rechazamos enérgicamente las acusaciones sobre el papel de Irán en la exportación de armas a una de las partes en conflicto» en Rusia-Ucrania.

Kanaani añadió que quienes lanzan estas acusaciones contra su país «se encuentran entre los mayores exportadores de armas a una de las partes en la guerra», en una referencia implícita al apoyo armamentista de Occidente a Kiev.

La Unión Europea dijo el lunes que sus aliados habían compartido información de inteligencia de que Irán había suministrado misiles a Rusia y advirtió sobre nuevas sanciones a Teherán si se confirmaban las entregas.

El Wall Street Journal informó que Estados Unidos informó a sus aliados europeos que Rusia había recibido misiles de corto alcance de Irán, y Washington había advertido a Teherán en agosto de las consecuencias, e indicó que esto le llevaría a responder «enérgicamente».

El Kremlin se negó el lunes a negar haber recibido misiles de Irán, subrayando que Moscú está desarrollando sus relaciones con Teherán como quiere, especialmente en las «zonas más sensibles».

Kiev y sus aliados occidentales han acusado anteriormente a Irán de suministrar a Rusia equipo militar para su uso en la guerra, especialmente drones Shahed.

Teherán ha negado haber suministrado a Moscú drones «para su uso en la guerra», pero ha reconocido que entregó ese tipo de armas a Rusia antes del estallido de la guerra en Ucrania, como parte de acuerdos de cooperación entre ambas partes.

Desde el 24 de febrero de 2022, Rusia lanza un ataque militar contra su vecina Ucrania y estipula que, para ponerle fin, Kiev debe abandonar la asociación con entidades militares occidentales, lo que este último considera una «injerencia en sus asuntos».