La pérdida del olfato está relacionada con más de 100 enfermedades
Una nueva investigación revela un fuerte vínculo entre la pérdida del olfato y la inflamación en la asombrosa cantidad de 139 afecciones médicas.
Esta investigación destaca una conexión poco conocida pero que potencialmente cambia la vida: el papel que desempeña nuestro sentido del olfato en el mantenimiento de nuestra salud física y mental.
El estudio aparece en Fronteras en neurociencia molecular.
La disfunción olfativa, a menudo descartada como una molestia menor, en realidad puede ser un signo temprano de diversas enfermedades neurológicas y físicas, como lo indica esta investigación.
«Los datos son particularmente interesantes porque previamente habíamos descubierto que el enriquecimiento olfativo puede mejorar la memoria de los adultos mayores en un 226%», dice el profesor emérito Michael Leon de la Universidad de California, Irvine.
«Ahora sabemos que los olores agradables pueden reducir la inflamación, lo que potencialmente apunta al mecanismo por el cual dichos olores pueden mejorar la salud del cerebro».
Este hallazgo, añade, podría tener implicaciones importantes para la mitigación de los síntomas y posiblemente incluso reducir la aparición de ciertas enfermedades mediante la estimulación olfativa terapéutica.
El estudio realiza un seguimiento metódico de 139 afecciones médicas asociadas tanto con la pérdida del olfato como con un aumento de la inflamación, revelando información sobre una vía compartida que vincula estos factores. La pérdida del olfato, que a menudo precede a enfermedades como las enfermedades de Alzheimer y Parkinson, puede servir como un indicador temprano de la aparición de la enfermedad, lo que permite enfoques terapéuticos más proactivos.
«Fue difícil encontrar estudios para tantas condiciones médicas», dice León, reflexionando sobre la complejidad de vincular la pérdida del olfato con una gama tan amplia de trastornos.
El desafío, añade, enfatiza la importancia de estos hallazgos a la hora de enmarcar la salud olfativa como parte integral del bienestar general.
Al mostrar cómo el enriquecimiento olfativo puede reducir la inflamación, esta investigación ha sentado las bases para futuros estudios que tienen como objetivo explorar el uso terapéutico del olfato para abordar una gama más amplia de afecciones médicas.
«Será interesante ver si podemos mejorar los síntomas de otras enfermedades con el enriquecimiento olfativo», afirma León.
Leon ahora está trabajando en un dispositivo para administrar terapia olfativa, que puede resultar prometedora como una forma nueva y no invasiva de mejorar los resultados de salud.
A medida que la ciencia continúa descubriendo los profundos impactos de nuestros sentidos en la salud, esta investigación destaca la necesidad crítica de realizar más estudios sobre terapias olfativas.
Fuente: UC Irvine