La minería de litio deja a las ciudades secas

Al igual que otras personas de la zona, dice que las comunidades locales aceptaron a las empresas mineras por necesidad, con la esperanza de generar empleos y desarrollo en una zona con una economía de subsistencia.

«Las comunidades querían contribuir al país. Querían generar trabajo, conectar con el mundo”, afirma. «Tal vez no lo hicimos bien. No lo sabemos».

La respuesta a esa pregunta es sencilla, dice Pablo Bergese, coordinador de sustentabilidad minera de la Secretaría de Minas e Hidrocarburos de Jujuy. Otros esfuerzos para aliviar la pobreza en la zona han fracasado, afirma. La única manera de desarrollar la zona es aprovechar la riqueza mineral, añade.

«La gente se ha desarrollado en términos de vivienda, tienen mejores instalaciones, mejores baños, mejores edificios, tienen centros comunitarios», dice Bergese. «Desafortunadamente, el desarrollo tiene un impacto en el medio ambiente y de eso nos quejamos. Los seres humanos afectan el medio ambiente en todas sus actividades. La minería es una de ellas”.

Aún así, muchos habitantes locales se sienten abandonados.

José Sajama, líder de la comunidad Abra Pampa, al norte del Salar de Olaroz, es hijo y nieto de mineros. Pero él tiene una visión muy diferente de la minería aquí en la región de la Puna.

“Hicieron explotación minera en la mejor parte de la Puna. Entonces, ¿por qué la gente sigue siendo pobre? ¿Qué es el desarrollo? ¿O para quién es el desarrollo?» pregunta.

María Arce, GPJ, contribuyó a esta historia.