La importante razón por la que los científicos visten a los gatos con estos adorables gorros de lana
Estos lindos sombreros están ayudando a los científicos a descubrir los misterios del dolor con la ayuda de tecnología avanzada de monitoreo cerebral, sin necesidad de sedación ni molestias. De hecho, los sombreros están desempeñando un papel importante en la investigación sobre gatos.
Como puedes imaginar, evaluar las condiciones de dolor crónico en gatos no es la cosa más fácil del mundo. Los gatos despiertos tienden a sacudir y masticar los electrodos de alambre colocados en sus cabezas y rara vez se quedan quietos el tiempo suficiente para realizar las pruebas.
Ahora, en un estudio innovador publicado en el Revista de métodos de neurocienciaLos investigadores han desarrollado un método no invasivo para controlar la actividad cerebral en gatos despiertos mediante electroencefalografía (EEG) utilizando gorros de punto equipados con electrodos.
El estudio ofrece información prometedora sobre cómo los gatos experimentan el dolor crónico, en particular los que padecen osteoartritis, una afección que afecta a más del 25% de los gatos adultos. Este es el primer estudio que utiliza electrodos de superficie para registrar EEG de gatos conscientes y despiertos.
¿Por qué es tan importante estudiar el dolor en los gatos?
Los gatos son notablemente tercos. Ocultan su dolor e incluso cuando están pasando por un gran sufrimiento. Por lo tanto, puede resultar difícil para sus dueños darse cuenta y reconocer su malestar. Por eso es tan importante estudiar el dolor en un entorno clínico.
Estudios previos de EEG en gatos requirieron sedación o anestesia, pero esos enfoques pueden distorsionar la actividad cerebral, especialmente cuando se estudia la percepción del dolor. También resultan perturbadores y desagradables para los gatos. Por eso, en el nuevo estudio, investigadores dirigidos por Éric Troncy y Aude Castel de la Universidad de Montreal desarrollaron una nueva técnica para mantener los electrodos en su lugar: colocándolos en gorros de punto.
Probaron el método en 11 gatos con osteoartritis.
El equipo de investigación colocó diez electrodos recubiertos de oro en las cabezas de los gatos y midió sus respuestas cerebrales a una variedad de estímulos, incluido el tacto mecánico, el olor a pomelo y diferentes longitudes de onda de luz (azul, verde y roja). Las lecturas de EEG revelaron distintos patrones de actividad cerebral, conocidos como potenciales relacionados con eventos (ERP), que indican cómo el cerebro procesa la información sensorial. Es importante destacar que esta técnica fue bien tolerada por los gatos y ninguno de los animales requirió sedación.
Mejor trato
Los investigadores primero evaluaron el estrés y el dolor en los gatos utilizando estímulos pasados a través de electrodos. A continuación, probaron cómo algunos estímulos podían reducir el dolor.
Curiosamente, la exposición a diferentes tipos de luz, especialmente la luz azul, produjo cambios significativos en los patrones de ondas cerebrales. Estos hallazgos se hacen eco de estudios previos en humanos y roedores, donde se ha demostrado que la exposición a longitudes de onda de luz específicas altera la percepción del dolor.
Un aspecto particularmente novedoso del estudio fue el examen de las respuestas olfativas. Los gatos estuvieron expuestos al olor a pomelo, que se sabe que provoca una reacción adversa en los gatos. El EEG capturó cómo reaccionaban los cerebros de los gatos al olor, proporcionando una ventana única a cómo los olores desagradables pueden influir en su experiencia de dolor.
El objetivo es crear mejores opciones de tratamiento y mejorar la calidad de vida. Actualmente, las opciones de tratamiento para la osteoartritis felina son limitadas y la mayoría depende de medicamentos antiinflamatorios no esteroides, que pueden tener efectos secundarios importantes.
La autora principal del estudio, la Dra. Aude Castel, explicó que esta investigación abre la puerta a nuevas formas de controlar el dolor en los gatos, utilizando potencialmente la modulación sensorial, como la fototerapia o las intervenciones olfativas, para aliviar el malestar.
«Ahora planeamos obtener financiación, en asociación con empresas privadas, para poder establecer una firma EEG genuina para el dolor crónico y muchas otras aplicaciones que nos permitirán automatizar la detección del dolor crónico en el futuro», dijo Troncy.
Referencia de la revista: Aliénor Delsart et al, Electroencefalografía no invasiva en gatos despiertos: viabilidad y aplicación al procesamiento sensorial en el dolor crónico, Revista de métodos de neurociencia (2024). DOI: 10.1016/j.jneumeth.2024.110254