Mochis NoticiasTecnologíaLa IA NO ES mágica: la necesidad de experiencia
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La IA NO ES mágica: la necesidad de experiencia

Una especialista en lectura, recién salida de una capacitación intensiva en un nuevo programa basado en fonética, se acercó a mí recientemente, su voz estaba llena de frustración. El programa era sólido y prometía resultados impresionantes, pero la carga de trabajo era inmensa. Los planes de lecciones individualizados para cada estudiante, meticulosamente alineados con el intrincado alcance y secuencia del programa, parecían una montaña insuperable. Había esperado que la IA pudiera ser su varita mágica, evocando estos planes detallados con unas pocas teclas. La realidad, sin embargo, estaba lejos de ser encantadora.

Ahorro de tiempo pero mediocre

Los planes generados por IA, si bien técnicamente estaban alineados con el programa, carecían de los matices y la profundidad que ella deseaba. Eran descripciones genéricas y sencillas que no lograban captar las necesidades únicas y los estilos de aprendizaje de sus diversos estudiantes. La magia que esperaba se sintió más como un espejismo, dejándola desanimada y preguntándose si el esfuerzo por integrar la IA valía la pena.

Esta experiencia no es única. Muchos educadores anhelan que la IA sea un atajo, un milagro para ahorrar tiempo. Pero la verdad es que la IA no lee la mente. No puede comprender las sutilezas de un programa específico o las necesidades individuales de cada estudiante sin una guía explícita.

Resulta que la magia no está en la IA en sí, sino en la experiencia del profesor.

El aprendizaje lleva tiempo y requiere experiencia.

Al invertir tiempo y esfuerzo en diseñar indicaciones detalladas que capturen la esencia del programa, las necesidades específicas de cada estudiante y los resultados de aprendizaje deseados, los profesores pueden transformar la IA de un generador de contenido genérico a una herramienta de aprendizaje personalizada. Este proceso requiere paciencia, una comprensión profunda del plan de estudios/programa/prácticas de enseñanza y la voluntad de experimentar e iterar. Pero la recompensa puede ser significativa: planes de lecciones que no sólo están alineados con el alcance y la secuencia del programa, sino que también se adaptan a las necesidades individuales de cada estudiante, fomentando una participación más profunda y, en última instancia, mejores resultados de aprendizaje.

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Hi, I’m Corina Guzman

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