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Ganar en la ruleta del sueño: 6 estrategias para el sueño del bebé respaldadas por la ciencia

Todo lo relacionado con el sueño del bebé puede parecer muy arriesgado a las 3 de la mañana. Puede preocuparse de que cometer un pequeño error en su entrenamiento pueda afectar gravemente el desarrollo de su hijo. Las preocupaciones van desde despertarse durante la noche durante la escuela secundaria hasta desarrollar ansiedad, depresión o cambios de humor. Dado que cada experto en sueño ofrece consejos ligeramente diferentes, es posible que no esté seguro de a quién creer, cómo proceder o qué método de entrenamiento del sueño seguir. Este artículo tiene como objetivo ayudarle a separar la realidad del sueño de la ficción centrándose en seis estrategias respaldadas por la ciencia que han demostrado promover hábitos de sueño saludables en bebés y niños pequeños.

Estrategia n.º 1: aprenda a encontrar las señales de sueño de su hijo

Al igual que los adultos, los bebés tienen una ventana de oportunidad para dormir: un período en el que están cansados, pero no demasiado. Si esta ventana se cierra antes de acostar a su hijo, su cuerpo comienza a liberar sustancias químicas para combatir la fatiga, lo que hace que le resulte mucho más difícil conciliar el sueño. Aquí hay algunas señales de sueño que indican que su bebé está listo para una siesta o la hora de acostarse:

  • Tranquilo y menos activo: Ésta es la señal más evidente de que su bebé está cansado.
  • Menos en sintonía con el entorno: Los ojos pueden estar menos enfocados y los párpados pueden caer.
  • Más silencioso: Si su bebé suele estar inquieto, el balbuceo puede disminuir a medida que le da sueño.
  • Lactancia materna más lenta: En lugar de succionar con fuerza, es posible que se alimenten más lentamente o incluso se queden dormidos en medio de la alimentación.
  • Bostezando: Una clara señal de que tu bebé tiene sueño.

Para los bebés muy pequeños, comience su rutina de viento entre una y dos horas después de despertarse. Si pasa por alto las primeras señales de sueño y nota signos de fatiga adicional, como inquietud e irritabilidad, planee comenzar la rutina del viento unos 20 minutos antes la próxima vez.

Estrategia n.° 2: enséñele a su bebé a distinguir entre la noche y el día

Nuestro ritmo circadiano opera en un ciclo de 24 horas, pero está ligeramente desincronizado con el reloj de 24 horas del planeta. La luz del día regula nuestros ciclos biológicos, afectando la producción de melatonina, la hormona que sincroniza nuestro reloj interno. Exponer a su bebé a la luz del día poco después de despertarse y mantener su entorno bien iluminado durante el día ayuda a establecer su ritmo circadiano. Los estudios han demostrado que exponer a su bebé a la luz del día entre el mediodía y las 4:00 p. m. aumenta la probabilidad de que duerma bien por la noche.

Estrategia n.º 3: deja que tu bebé practique dormir solo

Algunos expertos recomiendan acostar a su bebé en un estado somnoliento pero despierto desde la etapa de nacimiento para que pueda calmarse por sí mismo. Otros sugieren darle a su bebé al menos una oportunidad al día para que intente dormir solo. El reloj de asociación del sueño comienza a correr alrededor de las seis semanas, el punto en el que su bebé comienza a sintonizarse con su entorno mientras se queda dormido. Si se acostumbra a dormir en tus brazos, esperará lo mismo cuando se despierte por la noche. Introducir variedad en las asociaciones del sueño, como mecerlos para dormir sólo ocasionalmente, puede prevenir adicciones fuertes.

Estrategia n.º 4: Hacer del sueño diurno una prioridad: niños que duermen mejor

Las investigaciones muestran que los bebés que duermen durante el día duermen mejor y más por la noche. Saltarse las siestas puede hacer que les resulte más difícil calmarse antes de acostarse, lo que resulta en un peor sueño nocturno. Priorice el sueño diurno de su hijo mientras se asegura de que reciba comidas y refrigerios nutritivos. Los bebés, niños pequeños y niños en edad preescolar que toman una siesta generalmente están de mejor humor y tienen una mejor capacidad de atención.

Estrategia n.° 5: sepa cuándo su bebé ya no quiere que lo alimenten por la noche

Es posible que su bebé despierte del hábito incluso después de que usted haya superado la necesidad de amamantar por la noche. Si a veces se queda sin esa comida o no parece interesado en amamantar por la noche, puede ser el momento de eliminar la alimentación y utilizar métodos no alimentarios para calmarla. Romper la asociación entre comida y sueño puede provocar menos despertares nocturnos y ayudar a su bebé a desarrollar habilidades calmantes.

Estrategia n.º 6: mantenerse lo más calmado y relajado posible respecto del problema del sueño

Si se siente frustrado y enojado cuando trata con su hijo por la noche, inevitablemente captará sus vibraciones. Aceptar que algunos bebés tardan más en aprender buenos hábitos de sueño y sentirse seguro de su capacidad para resolver los problemas de sueño hará que le resulte más fácil afrontar las interrupciones nocturnas. Los estudios han demostrado que los padres que tienen expectativas realistas y se sienten seguros de sus habilidades parentales manejan mejor los desafíos del sueño.

Si sigue estas estrategias respaldadas por la ciencia, puede ayudar a su bebé a desarrollar hábitos de sueño saludables, lo que conducirá a un mejor descanso tanto para usted como para su hijo.

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