Problema de transformación – Gigaom
La IA no es una herramienta más en el conjunto de herramientas tecnológicas; es una revolución esperando ser dirigida. Como líderes tecnológicos, este es su momento: no sólo para optimizar sino también para revolucionar. No se trata de ganancias menores de eficiencia; se trata de redefinir lo que es posible. La IA tiene el potencial de transformar a sus especialistas en pensadores estratégicos y versátiles y de convertir a sus generalistas en potencias de productividad. Como líder, estás al mando de esta revolución, así que apóyate en ella. Esta es tu oportunidad de crear algo espectacular, de ser quien conduzca hasta la meta. Y cuando lo comparta, no se limite a celebrarlo: hágale saber a todos que está estableciendo un nuevo estándar.
1. Empiece poco a poco, pero piense en grande
Las revoluciones no siempre comienzan con fuegos artificiales. Comienzan con victorias constantes que generan impulso. En IA, comience con proyectos pequeños y presupuestarios, que puedan escalar con el tiempo. Se trata de crear resultados rápidos y valiosos que demuestren el valor de la IA para las empresas. Pero al hacerlo, tenga presente el panorama general. Estos pequeños pasos deberían conducir a una visión mucho más amplia. Con cada proyecto, usted está preparando el escenario para transformaciones más grandes, allanando el camino para que la IA llegue eventualmente a todos los rincones de la organización.
2.Haga de la confianza la métrica principal
En el panorama de TI actual, la confianza lo es todo. La mayor amenaza silenciosa para las empresas modernas no es la vulnerabilidad técnica sino la TI en la sombra: los proyectos que la gente inicia fuera de los canales autorizados porque no confían en que la TI los ejecute. Y la TI en la sombra conlleva riesgos no gestionados, gobernanza dispersa e innumerables brechas de seguridad. Para contrarrestar esto, concéntrese en la confianza como su KPI definitivo. La confianza no se mide con palabras; se nota en la cantidad de proyectos pendientes y la velocidad a la que se entregan. Si su cartera de pedidos es sólida y su entrega es constante, la confianza aumentará. Esta no es sólo una métrica de TI; es un indicador de toda la empresa de qué tan alineados y conectados están sus equipos. Aumente estas métricas, celébrelas y asegúrese de que toda la organización sepa que la confianza en TI va en aumento.
3. Campeones: la sangre del éxito transformacional
En la IA y más allá, los campeones lo son todo. Los campeones no sólo amplifican su trabajo: son el alma de una cultura de cambio. Piensa en ellos como el máximo multiplicador, que te trae nuevos proyectos y genera entusiasmo por lo que es posible. Ellos son quienes cuentan la historia del valor de la IA a sus pares y defienden las contribuciones de su equipo. La presencia de los campeones indica que está creando una transformación sostenible y escalable que se siente en todos los niveles.
Pero aquí está el truco: los campeones no provienen de estructuras rígidas ni de edictos ejecutivos. Están creciendo orgánicamente, a nivel de pares, donde su influencia es más fuerte. No fuerces ni establezcas criterios arbitrarios; Deje que los campeones surjan de forma natural, en función de su entusiasmo e impacto. Los líderes ejecutivos pueden definir cómo se ve un campeón y brindar cobertura aérea cuando sea necesario, pero dejar que el equipo respire. Créame, si crea un entorno en el que las personas se sientan valoradas y recompensadas por impulsar el cambio, surgirán campeones con fuerza.
Y si lo estás haciendo bien, los campeones engendran campeones. Con cada nuevo defensor en sus filas, no sólo está generando impulso, sino que también está creando un movimiento imparable. Un movimiento en el que el trabajo pendiente no se cubre con iniciativas de arriba hacia abajo, sino con una demanda genuina de base de que la IA haga el trabajo mejor, más rápido y más emocionante.
4. Acepta el fracaso como una máquina de aprendizaje
El camino hacia el éxito impulsado por la IA no es lineal. Es una serie de pequeños experimentos, ajustes constantes y, sí, fracasos. Cada fracaso es tan valioso como una victoria; es una guía que indica lo que no funciona para que puedas concentrarte en lo que no funciona. Si un proyecto fracasa, no lo analice demasiado. Elija otro enfoque, ajústelo y vuelva a intentarlo. Como cualquier científico, identifique sus variables, cámbielas una a la vez y vea cuáles se mantienen. El fracaso, en este contexto, no es el enemigo: es una herramienta para el refinamiento, un camino hacia la solución ideal.
5. Construir una cultura de retroalimentación y reconocimiento
Para que esta revolución tenga éxito, la retroalimentación debe fluir libremente. Quiere todas las ideas, no sólo las «buenas». Mantenga los canales de retroalimentación abiertos y fáciles, y asegúrese de que las personas sepan que están siendo escuchadas. Incluso cuando una sugerencia no tiene éxito, los empleados deben sentirse valorados en el proceso. Celebre victorias ruidosas y visibles. Reconocer a todos los que contribuyen a un proyecto exitoso, independientemente de su rol. Configure un panel para realizar un seguimiento de las ideas aceptadas y las solicitudes de funciones, y hágalo público. Transmita los logros a todas partes: en boletines, en las pantallas de las oficinas, en informes de la junta directiva. El reconocimiento no debería ser simplemente una ocurrencia tardía; debe ser la base de la cultura que estás construyendo.
Recompensar cada idea aceptada, incluso en pequeñas formas como una tarjeta de regalo de café, crea una cultura en la que las personas se sienten inspiradas a presentar sus mejores ideas. No se trata de poner obstáculos para saltar; se trata de crear un espacio donde la gente esté entusiasmada de contribuir.
6. Impulse el pago, no microgestione los detalles
Tu papel como líder no es en las trincheras; está en la visión. Capacite a su equipo para que tenga éxito estableciendo la dirección y luego déjeles liderar el viaje. Guíe, apoye y celebre sus victorias, pero resista la tentación de hacer el trabajo por ellos. Bríndeles autonomía para probar, iterar e implementar. Este enfoque genera capacidad y confianza, brindando a su equipo el espacio para convertirse en sus propios defensores del cambio.
7. Cuando haya creado suficientes campeones, amplíelo
Cuando el número de líderes en su organización alcanza una masa crítica, tendrá la confianza y el apoyo para pasar de proyectos más pequeños a proyectos transformadores. Para entonces, su cartera de proyectos estará llena de proyectos que tengan aceptación orgánica y su equipo tendrá suficiente experiencia para manejar iniciativas más grandes y complejas. Aquí es donde la revolución alcanza su máxima expresión. Y recuerde: cuanto más se concentre en la confianza, en promover el crecimiento y en la retroalimentación continua, más fácil será mantener este impulso.
Llamado a la acción: Aprovechar la revolución
La era del incrementalismo ha terminado. Esta es tu oportunidad de redefinir lo que significa ser un líder transformacional. La confianza, los defensores y una cultura de aprendizaje continuo no son sólo palabras de moda: son la base de una revolución impulsada por la IA que usted, como líder tecnológico, está en una posición única para liderar. No permita que la IA llegue a su organización; Úselo para generar un valor incomparable y liberar el verdadero potencial de su equipo.
Y si está listo para profundizar, ir más allá y hacer realidad esta transformación, hablemos. Comuníquese conmigo y con mi equipo para explorar cómo podemos ayudarlo en este viaje. Juntos, nos aseguraremos de que su organización no solo adopte la IA sino que prospere gracias a ella.