En detalle gráfico: aves capturadas incidentalmente
Una copia del cuerpo del artículo.
Cuando los pescadores comerciales recogen sus redes, a menudo encuentran delfines, tiburones, tortugas marinas y otras criaturas enredadas entre sus capturas. Estas especies no objetivo capturadas accidentalmente se conocen como captura incidental, y millones de animales en todo el mundo mueren de esta manera cada año. Una proporción significativa de estos animales capturados son aves marinas, especies adaptadas al océano como gaviotas, albatros y cormoranes.
Las aves marinas se encuentran entre los grupos de aves más amenazados del mundo, y casi un tercio está en riesgo de extinción. En un nuevo estudio, un equipo de ecologistas recopiló y analizó informes de capturas incidentales en toda Europa y estimó que cada año se capturan y matan casi 200.000 aves individuales en aguas europeas.
Los investigadores también desglosaron los datos por especie, familia, práctica de pesca y región. Descubrieron que las tres principales especies de captura incidental son los araos comunes, los fulmares del norte y los alcatraces del norte. Las tres familias de aves particularmente vulnerables a la pesca son los patos, los mapaches y los proceláridos (que incluyen petreles y pardelas). Especies en peligro de extinción, como el eider común y la pardela balear, también son capturas incidentales habituales.
Entre las prácticas de pesca destacaron dos métodos especialmente mortíferos: la red y el sedal. Con las redes de enmalle, los pescadores cuelgan paneles de redes en la columna de agua, que a menudo atrapan aves con problemas de visión que se zambullen, entre ellas alcas y patos marinos. En la pesca con palangre, los barcos arrastran líneas de 40 kilómetros con anzuelos cebados detrás de sus embarcaciones. Los cebos y los peces anzuelos atraen a aves, como albatros y petreles, que pueden ser capturadas y ahogadas.
Los investigadores creen que probablemente subestimaron la captura incidental de aves marinas ya que los datos que compilaron tenían lagunas en el tiempo y la región geográfica. Pero, según el equipo, hay datos suficientes para demostrar que los países costeros de la UE no están protegiendo adecuadamente a las poblaciones de aves marinas, lo que genera graves costes para las especies vulnerables.