Mochis NoticiasArte y EntretenimientoPrincipios del diseño de exposiciones que convierten el arte en una herramienta poderosa
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Principios del diseño de exposiciones que convierten el arte en una herramienta poderosa

Principios del diseño de exposiciones que convierten el arte en una herramienta poderosa

¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas exposiciones de arte te llaman más la atención que otras? No por casualidad. La forma en que se organizan las obras de arte en museos y galerías es una cuidadosa ciencia y arte combinados en uno: eso es el diseño de exposiciones en acción.

El diseño de la exposición mezcla ideas de la psicología para determinar dónde encaja cada pieza y su camino a lo largo de la exposición. Utiliza lo que sabemos sobre cómo piensa y reacciona la gente, combinado con experiencia en arte, para crear espacios donde realmente puedas conectarte con lo que estás viendo.

Estos principios no se limitan a museos y galerías de arte: son aplicables en todas partes. Las empresas con visión de futuro utilizan el diseño de exposiciones en sus oficinas y espacios públicos para fortalecer su imagen de marca, mejorar el bienestar de los empleados, mejorar la retención de talentos y crear experiencias memorables para clientes y visitantes.

Al aprender a utilizar estas ideas, las empresas pueden cambiar el funcionamiento del arte en sus espacios. En lugar de simplemente llenar las paredes, las obras de arte pueden contribuir activamente a los objetivos y la cultura de la empresa.

Atención visual y diseño espacial

El diseño de exposiciones hace uso de la investigación sobre cómo procesamos la información visual en espacios complejos para hacer que el espacio sea más atractivo e interesante. Los estudios demuestran que cuando entramos en una habitación, nuestra atención no se distribuye de manera uniforme. En cambio, sigue patrones basados ​​en aspectos como el movimiento, el contraste y cómo los objetos se relacionan entre sí en el espacio.

Esta comprensión fundamental sustenta varios enfoques clave en el diseño de exposiciones. Estos enfoques (el enfoque visual, la covisibilidad y la gestión de la carga cognitiva) son fáciles de entender e implementar en diversos entornos empresariales. Exploremos cada una de estas técnicas y cómo se pueden aplicar para crear espacios más efectivos.

Ver enfoque

El enfoque visual crea líneas de visión y puntos focales intencionales para guiar a los visitantes a través de un espacio. Los diseñadores pueden colocar una pieza visualmente impactante al final de una larga galería o pasillo principal. Este ancla visual atrae a los visitantes hacia adelante, fomentando la exploración de todo el espacio. Funciona aprovechando nuestra curiosidad natural sobre cosas nuevas en nuestro entorno.

Lo que hace que este enfoque sea tan eficaz es cómo crea una sensación de anticipación y descubrimiento. A medida que caminas por el espacio, te atraen nuevas vistas, cada una de las cuales revela una obra de arte o exhibición cuidadosamente seleccionada. Esto guía el flujo de personas y mueve la experiencia, revelando gradualmente la historia o el tema de la exposición.

Al utilizar este enfoque, los diseñadores piensan en cosas como el tamaño de las obras de arte, la iluminación y cómo están dispuestas las paredes o las paredes. A menudo utilizan obras de gran escala como puntos focales y juegan con la luz para resaltar piezas clave y crear contraste con el entorno.

La clave es identificar qué servirán como puntos focales y organizar el espacio para revelar estos elementos poco a poco, manteniendo alto el interés y guiando el movimiento alrededor del entorno.

Un ejemplo de diseño de exposición: un pasillo con un colorido mural en la pared

Este vibrante mural de Eric Inkala ejemplifica el enfoque visual al atraer a los espectadores a lo largo del corredor y fomentar la exploración espacial.

Covisibilidad

La covisibilidad tiene que ver con cómo las obras de arte son visibles en relación entre sí cuando se ven varias obras juntas. Esta configuración permite a los espectadores comparar diferentes piezas y establecer conexiones entre ellas. Puede mostrar similitudes en estilo, tema o técnica en varias obras, o puede enfatizar contrastes.

La alta covisibilidad funciona especialmente bien cuando se presenta una serie de obras, se muestra cómo algo ha cambiado con el tiempo o se agrupan obras por tema. Cuando desea que cada pieza se sienta más íntima, permitiendo a los espectadores concentrarse en una obra a la vez sin distracciones, utiliza el enfoque de baja covisibilidad aislando las obras o reduciendo la forma en que se relacionan visualmente entre sí.

Al implementar la covisibilidad, los diseñadores piensan en cosas como líneas de visión, iluminación y barreras físicas. Pueden utilizar planos abiertos e iluminación constante para una alta covisibilidad, o crear espacios apartados y luz enfocada para una baja covisibilidad.

Gestión de carga cognitiva

La teoría de la carga cognitiva analiza cuánta información nueva puede manejar nuestro cerebro, especialmente en lugares desconocidos. En los espacios artísticos de diseño de exposiciones, la carga cognitiva centra el esfuerzo mental necesario para comprender e interactuar con las obras expuestas y la información que las acompaña. Si la carga cognitiva es demasiado alta, puede provocar fatiga mental, reducción del compromiso y problemas para recordar información.

Para gestionar la carga cognitiva, los diseñadores equilibran cuidadosamente la cantidad de información visual y textual presentada. Piensan en:

  1. Cuántas obras mostrar: demasiadas pueden abrumar a los espectadores, mientras que muy pocas pueden no generar suficiente participación.
  2. Densidad de información: cuánto y cuán complejo es el texto, las etiquetas o los elementos multimedia que lo acompañan.
  3. El ritmo de la información: cómo se difunde la información en el espacio expositivo.
  4. Uso del espacio negativo: Zonas con mínimos estímulos que permitan el descanso mental y la reflexión.

Algunos de los espacios expositivos incluyen incluso zonas de «visión lenta». Están diseñados con distracciones mínimas para fomentar el compromiso a largo plazo con una tarea. Estos espacios brindan un descanso de las áreas ricas en información y permiten a los espectadores procesar lo que han visto.

Cuando la carga cognitiva se gestiona de forma eficaz, los espectadores permanecen interesados ​​durante toda la visita. Son capaces de absorber y reflexionar sobre la información presentada sin sentirse abrumados.

Y un ejemplo de teoría de la carga cognitiva en el diseño de exposiciones.

Esta escultura de Sam Lasseter ejemplifica la gestión de la carga cognitiva en el diseño de la exposición, que capta la atención sin abrumar a los espectadores.

Teoría del color en el diseño de exposiciones

El color tiene un impacto psicológico que afecta la forma en que las personas perciben el tiempo, el espacio e incluso la temperatura. Elegir la combinación de colores adecuada en el arte puede sugerir el estado de ánimo y los comportamientos rectores de los clientes, visitantes y empleados.

En los espacios comerciales, el uso de colores fríos como azules y verdes en las obras de arte a menudo hace que las áreas se sientan más tranquilas. Este efecto es particularmente útil en espacios como salas de descanso donde la gente busca un respiro de sus locos días de trabajo.

Por el contrario, los colores cálidos como los rojos y naranjas en las obras de arte tienden a crear una sensación de cercanía y actividad. Esta cualidad hace que los tonos cálidos sean particularmente efectivos en espacios comerciales o áreas donde las empresas quieren que los clientes se sienten y examinen los productos de cerca. La energía que desprenden las obras de arte de colores cálidos puede atraer a la gente, fomentando la interacción y el compromiso.

Los colores también pueden tener un significado cultural, lo cual es una consideración importante para las empresas con diversas bases de clientes. Lo que comunica el color no es universal; puede variar mucho entre diferentes sociedades y culturas. Por ejemplo, si bien el blanco puede representar pureza y limpieza en las culturas occidentales, en algunas culturas orientales se asocia con el duelo. El rojo puede significar suerte y prosperidad en la cultura china, pero peligro o advertencia en muchos contextos occidentales.

Esta dimensión cultural del color añade una capa de complejidad a la selección de arte para empresas que operan globalmente o en entornos multiculturales. Se requiere una cuidadosa consideración para garantizar que la combinación de colores de la obra de arte no envíe inadvertidamente un mensaje equivocado a ciertos grupos de clientes o empleados.

La empresa también debe considerar cómo interactúan los colores entre sí porque puede afectar la forma en que las personas perciben un espacio. Por ejemplo, una obra de arte con sutiles tonos verdes puede resaltar más cuando se coloca contra una pared roja, debido a la naturaleza contrastante de estos colores. La misma obra de arte puede integrarse mejor cuando se coloca en una pared verde.

No se trata sólo de la selección de obras de arte individuales, sino también de cómo estas piezas combinarán con la combinación de colores existente en el espacio. Este principio tampoco se refiere sólo al arte. Se aplica a todo, desde exhibidores de productos en entornos minoristas hasta el diseño de materiales de marketing e interfaces digitales.

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Estos principios se encuentran entre los más importantes y accesibles para las empresas que buscan crear espacios que tengan más impacto. Sin embargo, lograr el mayor impacto a menudo requiere conocimientos y experiencia más profundos.

Si tiene un espacio comercial que desea utilizar para reforzar un mensaje o una marca en particular, considere comunicarse con expertos en el campo. Las consultorías de arte son un recurso valioso en este sentido. Tienen un amplio conocimiento de las tendencias artísticas, la teoría del color y el diseño espacial. Estas firmas mantienen redes de artistas y tienen la experiencia para seleccionar y colocar el arte adecuado para transmitir su mensaje de manera efectiva.

Las consultorías de arte pueden agilizar el proceso, ayudándole a aprovechar al máximo su presupuesto mientras gestionan todo, desde el diseño estratégico y la adquisición hasta la instalación. Su enfoque integral garantiza una integración cohesiva e impactante del arte en su espacio comercial.

Al aprovechar la experiencia de las consultorías de arte, las empresas pueden crear entornos que no sólo parezcan visualmente atractivos sino que también respalden estratégicamente sus objetivos y su identidad de marca.

(Obtenga más información sobre las consultas de arte en ATP.arte)



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