Mochis NoticiasCienciaComprender la diferencia entre presión arterial alta primaria y secundaria
Mochis NoticiasCienciaComprender la diferencia entre presión arterial alta primaria y secundaria
Ciencia

Comprender la diferencia entre presión arterial alta primaria y secundaria

Comprender la diferencia entre presión arterial alta primaria y secundaria

Crédito: Unsplash+


La presión arterial alta, también conocida como hipertensión, es una afección común en la que la fuerza de la sangre contra las paredes de las arterias es tan alta que eventualmente puede causar problemas de salud, como enfermedades cardíacas.

Hay dos tipos principales de presión arterial alta: hipertensión primaria (esencial) e hipertensión secundaria. Ambos tipos aumentan el riesgo de problemas graves, incluidos ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, pero tienen causas diferentes y pueden requerir tratamientos diferentes.

Esta revisión le ayudará a comprender las principales diferencias entre estos dos tipos de presión arterial alta.

La hipertensión primaria es el tipo más común y afecta aproximadamente al 90-95% de las personas con presión arterial alta. Se desarrolla gradualmente a lo largo de muchos años y, por lo general, no puede vincularse a una causa específica.

Varios factores contribuyen a la hipertensión primaria, incluida la genética, la edad y el estilo de vida. Por ejemplo, el riesgo de desarrollar hipertensión primaria aumenta a medida que envejece, especialmente después de los 65 años.

Además, los antecedentes familiares de hipertensión, los patrones alimentarios poco saludables (en particular aquellos con alto contenido de sal), el consumo excesivo de alcohol, la falta de actividad física y el sobrepeso pueden influir en su desarrollo.

Por otro lado, la hipertensión secundaria ocurre con mucha menos frecuencia pero se desarrolla debido a una causa identificable y puede aparecer repentinamente. Este tipo de presión arterial alta es causada por afecciones subyacentes que afectan los riñones, las arterias, el corazón o el sistema endocrino.

La hipertensión secundaria puede representar del 5 al 10% de todos los casos de hipertensión y, a menudo, puede ser más grave que la hipertensión primaria.

Las causas comunes incluyen enfermedad renal, tumores de la glándula suprarrenal, ciertos defectos cardíacos congénitos, medicamentos (como píldoras anticonceptivas, remedios para el resfriado, descongestionantes y algunos medicamentos recetados) y sustancias ilegales como la cocaína y las anfetaminas.

El diagnóstico del tipo de hipertensión es crucial porque orienta el abordaje del tratamiento. Para la hipertensión primaria, generalmente se recomiendan como primeros pasos modificaciones en el estilo de vida, como mejorar la dieta, aumentar la actividad física, reducir el consumo de alcohol y dejar de fumar.

También es posible que se necesiten medicamentos dependiendo de qué tan alta sea la presión arterial y si existen otros factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.

En casos de hipertensión secundaria, el tratamiento de la causa subyacente suele ser eficaz para reducir la presión arterial. Por ejemplo, si una afección renal provoca presión arterial alta, el tratamiento se centrará en el problema renal.

Si el medicamento es el culpable, su médico puede ajustar o cambiar su receta. Debido a su posible gravedad y las condiciones específicas que la causan, la hipertensión secundaria puede requerir un tratamiento médico más especializado en comparación con la hipertensión primaria.

Las implicaciones de no controlar la presión arterial alta son graves, independientemente del tipo. La presión arterial alta no controlada puede provocar un mayor riesgo de sufrir ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, daño renal y otros problemas de salud graves.

Por lo tanto, comprender las causas y las estrategias de manejo efectivas para ambos tipos de hipertensión es crucial para cualquier persona diagnosticada con presión arterial alta.

Los controles periódicos son importantes porque la presión arterial alta a menudo no causa síntomas perceptibles hasta que se ha producido un daño significativo. Estas visitas permiten a los médicos controlar de cerca la presión arterial y ajustar los tratamientos según sea necesario.

Ya sea que controle la hipertensión primaria o secundaria, el objetivo es mantener la presión arterial en un rango saludable para reducir el riesgo de complicaciones.

En conclusión, si bien la hipertensión primaria y secundaria comparten la característica común de la presión arterial alta, difieren significativamente en sus causas y tratamientos.

Reconocer el tipo que tienes es un paso hacia una gestión eficaz, ayudando a garantizar una vida más larga y saludable. Para cualquier persona diagnosticada con presión arterial alta, es esencial trabajar en estrecha colaboración con los proveedores de atención médica para controlar y controlar su afección.

Si le preocupa la presión arterial alta, lea estudios sobre hábitos poco saludables que pueden aumentar el riesgo de presión arterial alta, y beber té verde puede ayudar a reducir la presión arterial.

Para obtener más información sobre la presión arterial alta, consulte estudios recientes sobre qué comer o evitar para la presión arterial alta y 12 alimentos que reducen la presión arterial.

Derechos de autor © 2024 Informe científico de Knowridge. Reservados todos los derechos.


Source link

Hi, I’m Conchita Garcia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *