Mochis NoticiasCiencia¿Por qué algunas personas dejan de respirar por la noche?
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¿Por qué algunas personas dejan de respirar por la noche?

¿Por qué algunas personas dejan de respirar por la noche?

Crédito: Unsplash+


La apnea del sueño es un trastorno común pero grave en el que la respiración se detiene y comienza repetidamente durante el sueño.

Esta afección puede provocar fatiga diaria, complicaciones de salud graves y reducción de la calidad de vida.

Comprender las causas de la apnea del sueño es esencial para la prevención y el tratamiento. Esta revisión analiza las causas de la apnea del sueño en términos simples, según las últimas investigaciones.

La apnea del sueño se presenta en dos formas principales: la apnea obstructiva del sueño (AOS), el tipo más común, y la apnea central del sueño. La AOS ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan excesivamente durante el sueño, lo que provoca una obstrucción de las vías respiratorias.

La apnea central del sueño es diferente porque implica que el cerebro no envía señales adecuadas a los músculos que controlan la respiración.

Obesidad y estructura física: La obesidad es una de las principales causas de la apnea obstructiva del sueño. El peso corporal excesivo contribuye a la formación de depósitos de grasa alrededor de las vías respiratorias superiores, que pueden interferir con la respiración durante el sueño.

Sin embargo, no todas las personas con AOS tienen sobrepeso y no todas las personas con sobrepeso tienen apnea del sueño. La estructura del cuello, la mandíbula y las vías respiratorias también puede predisponerlos a la AOS.

Por ejemplo, un cuello más grueso puede estrechar las vías respiratorias y ciertas estructuras de la mandíbula pueden posicionar la lengua y el paladar blando de manera que bloqueen el flujo de aire durante el sueño.

Edad y género: La apnea del sueño puede afectar a cualquier persona a cualquier edad, incluidos los niños, pero es más común en adultos mayores y hombres.

Las investigaciones muestran que las diferencias hormonales y los patrones de distribución de la grasa pueden explicar por qué los hombres son más propensos a sufrir AOS que las mujeres, aunque el riesgo para las mujeres aumenta después de la menopausia.

Historia familiar y genética: La genética juega un papel en la apnea del sueño. Si los miembros de la familia tienen apnea del sueño, su riesgo de desarrollar la afección aumenta.

Esta predisposición genética puede estar relacionada con características de la estructura corporal que afectan las vías respiratorias, tendencias hereditarias a la obesidad u otras características heredadas que influyen en el control de la respiración.

Uso de alcohol y sedantes: El alcohol y ciertos medicamentos, como sedantes o relajantes musculares, pueden empeorar la apnea del sueño. Estas sustancias relajan los músculos de la garganta, lo que puede empeorar la obstrucción de las vías respiratorias durante el sueño.

De fumar: Fumar puede aumentar el riesgo de desarrollar apnea del sueño al inflamar y retener líquido en las vías respiratorias, lo que hace que sea más probable que colapsen durante el sueño. Los estudios muestran que los fumadores tienen más probabilidades de padecer AOS que los no fumadores.

Congestión nasal: La dificultad para respirar por la nariz, ya sea por motivos anatómicos o por alergias, puede contribuir al desarrollo de la apnea del sueño. Cuando los conductos nasales están bloqueados, es más difícil respirar eficazmente por la nariz, lo que aumenta la probabilidad de colapso de las vías respiratorias.

Condiciones médicas: Ciertas condiciones médicas están asociadas con un mayor riesgo de apnea del sueño. Por ejemplo, la insuficiencia cardíaca congestiva y la diabetes tipo 2 están relacionadas con la apnea del sueño, al igual que los trastornos hormonales como el hipotiroidismo y el síndrome de ovario poliquístico (SOP).

Además, las afecciones que provocan agrandamiento de las amígdalas o adenoides pueden bloquear las vías respiratorias, especialmente en los niños.

El tratamiento y control de la apnea del sueño a menudo implica cambios en el estilo de vida, como perder peso, dejar de fumar y evitar el alcohol antes de acostarse.

Los tratamientos médicos incluyen el uso de dispositivos de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), que mantienen las vías respiratorias abiertas proporcionando un flujo constante de aire a través de una máscara, y aparatos dentales que ajustan la posición de la mandíbula y la lengua.

En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para eliminar el tejido que bloquea las vías respiratorias o corregir problemas estructurales.

Comprender las causas de la apnea del sueño es el primer paso para controlar este trastorno del sueño. Con el tratamiento adecuado, las personas pueden reducir sus síntomas y mejorar significativamente la calidad del sueño y la salud general.

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