Beber café todos los días puede ayudar a reducir el riesgo de fragilidad relacionada con la edad

Las investigaciones han descubierto que las personas que bebían una mayor cantidad de cafeína mediante el consumo de té o café mejoraron significativamente la función física en la vejez. Esta investigación se llevó a cabo a partir de información obtenida de más de 12.000 personas de entre 45 y 74 años durante un seguimiento de 20 años.

Los individuos fueron entrevistados mediante un cuestionario estructurado entre 1993 y 1998 por primera vez a una edad mediana de 53 años en promedio.

Durante estas entrevistas, se preguntó a los individuos sobre sus hábitos de consumo de bebidas con cafeína, que incluían refrescos, té y café, así como sobre el tamaño de las porciones y la frecuencia de consumo de alimentos que contenían cafeína, incluido el chocolate.

También se proporcionó información sobre duración del sueño, actividad física, hábitos alimentarios, altura y peso, antecedentes médicos y características sociodemográficas.

Durante las segundas entrevistas de seguimiento entre 2006 y 2010, se pidió a las personas que documentaran su peso, así como otra información. En la tercera entrevista y en las siguientes, realizadas entre 2014 y 2017, cuando los individuos tenían en promedio 73 años, se les pidió que documentaran nuevamente su peso y también se les hizo una pregunta específica: «¿Se siente lleno de energía?». «

También se evaluó la fuerza de agarre de la mano y el tiempo necesario para completar la prueba cronometrada de subida y bajada (TUG). La fragilidad física se clasificó al tener un mínimo de 2 de los 4 factores de
1. Pérdida de peso definida como más del 10% de peso perdido entre el segundo y tercer seguimiento.
2. Agotamiento definido como una respuesta afirmativa.
3. La modalidad definida como el quintil de TUG más lento.
4. Debilidad determinada por el quintil de fuerza de agarre más débil.

El té y el café fueron las principales fuentes de consumo de cafeína en estos participantes, representando el 12% y el 84% del total de cafeína. En total, el 68,5% de ellos consumía café todos los días. De este grupo, el 52,9% consumía una taza al día, el 42,2% bebía de 2 a 3 tazas al día mientras que el otro 4,9% consumía 4 o más tazas al día.

Posteriormente, los individuos se agruparon en 4 categorías según su consumo de café: no bebedores, una taza al día, 2 a 3 tazas al día y 4 o más tazas al día.

Los consumidores de té se agruparon en 4 categorías según la frecuencia de su consumo: nunca, mínimo una vez al mes, mínimo una vez a la semana y los que beben diariamente.

Los resultados mostraron que el consumo de café, té verde o negro en la mediana edad estaba relacionado de forma independiente con una probabilidad significativamente reducida de fragilidad física en el futuro. Las personas que consumían 4 tazas de café al día o más tenían un riesgo significativamente menor de fragilidad física en el futuro, en comparación con las personas que no bebían café al día.

Las personas que consumían té verde o negro a diario también tenían un riesgo considerablemente menor de fragilidad física en comparación con aquellos que no bebían té.

Se evaluó más a fondo el consumo de cafeína y el riesgo asociado de fragilidad física al final de la vida. Un mayor consumo de cafeína se relacionó con un menor riesgo de fragilidad física, independientemente de la fuente de cafeína.

De los 4 factores de fragilidad física, las asociaciones fueron más pronunciadas para las pruebas TUG y de fuerza de prensión manual en comparación con las medidas autoinformadas de agotamiento y pérdida de peso.

Se ha descubierto que la cafeína aumenta la proliferación de células musculares y mejora la masa muscular en estudios con ratones.

Además de la cafeína, el té y el café también aportan ricos polifenoles bioactivos, que contienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, y se han relacionado con un riesgo reducido de afecciones que aumentan la fragilidad, incluidas enfermedades neurodegenerativas, obesidad, enfermedades cardiovasculares y diabetes.

Sin embargo, se necesitan más estudios científicos para determinar los mecanismos reales que subyacen a la asociación del té/café y la función física humana.

Las investigaciones indican que el consumo de estas bebidas con cafeína puede estar relacionado con un menor riesgo de fragilidad física en el futuro.

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