Esto es lo que Ucrania necesita en misiles, proyectiles y tropas para ganar. Es completamente factible

Después de dos años de guerra entre Rusia y Ucrania sin un final a la vista, los miembros de la OTAN están empezando a preguntarse qué hará falta para cambiar el rumbo a favor de Ucrania.

Un documento de debate publicado por el Ministerio de Defensa de Estonia excedía el material que probablemente se necesitaba. Ucrania necesita sobre todo defensa contra misiles y aviones: el plan de Estonia dice que se necesitan 4.800 misiles antiaéreos cada año. Para alcanzar esa cifra se necesitaría toda la producción anual de misiles antiaéreos de Estados Unidos (3.600) y el resto de la producción de la OTAN (estimada en 1.000).

Eso no es todo: necesitan aún más defensas aéreas para defender las ciudades y las tropas de Ucrania: con el actual ritmo de ataque de Rusia, eso equivaldría a unos 7.500 misiles adicionales al año. Eso está a nuestro alcance, eventualmente. Los fabricantes de armas occidentales pueden tener la capacidad de duplicar anualmente su producción para alcanzar esas cifras, pero la OTAN aún se quedaría sin reservas y tendría que recurrir a fuentes externas de armamentos para reponerlas hasta que la producción satisfaga las necesidades.

Las necesidades ofensivas de Ucrania son más difíciles de cuantificar. Los analistas estonios cifraron la demanda de artillería en unos 2,4 millones de proyectiles, que la OTAN eventualmente podrá satisfacer con algún apoyo adicional de Estados Unidos y fuentes externas.

La demanda anual de cohetes de largo alcance se estimó en 8.760. Sin embargo, eso era «lo mínimo a defender»; pasar a la ofensiva fácilmente podría requerir el triple de ese número. Estados Unidos es el único país de la OTAN que construye estos cohetes de largo alcance, llamados Sistema de Cohetes Guiados de Lanzamiento Múltiple. La producción estadounidense superará las 14.000 unidades en 2025, cantidad suficiente para satisfacer las demandas de defensa de Ucrania. La OTAN tiene sustitutos, pero su despliegue requiere aviones de combate.

Las municiones de impacto profundo, como los misiles de crucero, entran en una categoría separada. A Ucrania se le dieron números limitados para alcanzar objetivos clave. Además, muchos objetivos de alto valor se encuentran dentro de las fronteras de Rusia. Hasta que se utilicen sin restricciones cantidades suficientes de municiones de ataque profundo, también en Rusia, será imposible juzgar el nivel de necesidad. Pero en términos de suministro, sabemos que la OTAN ha adquirido anteriormente miles de misiles de crucero de largo alcance y Estados Unidos adquiere entre 400 y 700 por año.

Una estimación aproximada del costo anual de todas estas municiones oscila entre £16 mil millones y £28 mil millones para financiar una postura defensiva de Ucrania, y entre £43 mil millones y £57 mil millones cuando está a la ofensiva. Esto no considera el costo de adquisición, operación y soporte de las plataformas.

Tampoco incluye entrenar y equipar a la gran cantidad de mano de obra necesaria si Ucrania quiere hacer retroceder a Rusia a las fronteras de 2014. Informes recientes de RAND determinaron que se necesitarían entre 14 y 21 brigadas equipadas y entrenadas por la OTAN para expulsar a una fuerza rusa de los países bálticos. Es posible entrenar y equipar una fuerza de ese tamaño o mayor durante un período de dos años, si Ucrania puede reclutar la mano de obra.

Con la llegada de nuevas tropas rusas a un ritmo de 25.000 a 30.000 por mes, Ucrania necesita infligir 1.000 bajas por día para evitar cualquier acumulación de fuerzas rusas. Ese es el promedio diario actual, y si no fuera por la escasez de municiones, Ucrania probablemente ya estaría degradando la presencia rusa en Ucrania.

El apoyo material a largo plazo a Ucrania por parte de la OTAN según lo que propone el documento de Estonia es factible, en las condiciones adecuadas. De hecho, si el plan es impulsar un estancamiento defensivo similar al de Corea, el plan de Estonia es suficiente incluso sin la participación de Estados Unidos, siempre y cuando la OTAN europea no tenga restricciones para reducir sus existencias y comprar lo que necesita de cualquier fuente global.

Pero el camino hacia la victoria cuesta mucho más dinero. Si desea expulsar completamente a las fuerzas rusas poniendo a Ucrania a la ofensiva en los próximos dos años, necesitará el apoyo de Estados Unidos y amplias inversiones de la OTAN que superen el plan de Estonia.

Michael Bohnert es ingeniero en RAND, un instituto de investigación independiente y sin fines de lucro. Su investigación se centra en tecnología de defensa, política de adquisiciones y gestión de bases industriales.